El agua es un elemento básico para la vida y un recurso que, a lo largo de la historia, ha determinado el desarrollo humano. Su aprovechamiento para la obtención de energía se remonta a la edad antigua en modo de norias para mover una maquina y sustituir el trabajo humano o animal.

El aprovechamiento hidroeléctrico, aparece a finales del Siglo XIX en Gran Bretaña, siendo la base de la industrialización.

La energía hidroeléctrica se obtiene aprovechando la energía del agua en forma de movimiento (energía cinética) y/o altura (energía potencial). Esta agua, al pasar por una turbina se obtiene electricidad que normalmente se inyecta a la red, pero también puede almacenarse en baterías.